LA CAIDA
Nos encontramos en los primeros test en Silverstone. En el equipo Lotus se muestran confiados antes su nuevo prototipo. A los mandos el legendario piloto ItaloAmericano Michael Andretti, reciente campeón del mundo.
De base en Lotus se esperan fallos como los que tuvo el 79 al principio, como era el de fatiga del chasis debido al enorme downforce del coche. Chorraditas sin importancia alguna. Andretti se sube al coche. Da unas vueltas. Entra a boxes. Colin corre apresurado como es costumbre en él a preguntarle por el coche:
-Colin, el coche es...raro. Parece querer despegar en vez de agarrarse al asfalto.
Colin no podía creer las palabras del reciente campeón del mundo. Para buscar mas feedback subieron a Carlos Reutemann al coche:
-Colin, el coche es una bazofia.
En Lotus estallaba el pánico. ¿Cómo es posible que este coche, que era el punto culminante aerodinámico de la època, lo mejor de lo mejor, había pasado de dominar los circuitos a ser “bazofia”? En Lotus no se podían creer lo que oían. Preguntaron a los pilotos por los errores en concreto, y sus respuestas eran, por decirlo de una forma light, surrealistas:
-El coche en linea recta es un avión (lógico, no lleva alerones). Sin embargo, en la entrada a curva pierde todo el downforce, para luego ganarlo y destrozar los neumáticos traseros al no poder soportar el paso de agarre mínimo a agarre máximo.
-El trasto no giraba, ya que el coche, ojito a esto, tendía a LEVANTAR el morro del suelo.
-Ademas de eso, si ya el gran punto débil de los Lotus eran los frenos, en el 80 eso se maxificó. Era casi imposible apurar una frenada ya que el coche hacía “cosas raras” a la hora de frenar como si perdiera todo el downforce. Básicamente el coche se hundía para luego levantarse violentamente.
En Lotus no sabían a que peligroso fenómeno se enfrentaban. Pero en Cesna Aviation, Lockheed, Northrop, fabricantes de aviones de alto rendimiento, si lo sabían.
Ese fenómeno era el porpoising o cabeceo.El 80 generaba tanto Downforce que tenía completamente descompensados el centro de gravedad y los tres centros de presión de las secciones tunel+faldilla. Mejor es decir dos centros de presión, ya que los túneles de los pontones van en paralelo y se consideran uno. Sin embargo, el delantero, el de las pequeñas faldillas en el morro, tenía su propio centro de presión…que no iba en consonancia con nada.
Ademas de ello, los dos túneles de ambos pontones habían crecido en longitud, lo que producía que los centros de presión, si así a ojo antes se movían teóricamente 10 cm respecto al CDG del coche en cada cambio brusco de dirección, ahora se movían 30 o 50. O ni se movían. Por eso el coche tenia reacciones incomprensibles para Lotus. Inercialmente, el coche era una autentica basura.
En linea recta, en vez de aplastarse contra el suelo, llegaba un momento que se levantaba de morro (cabeceo). En curva, a la entrada perdía todo el equilibrio DF-CDG (Centro de presiones mal puesto) y a la salida, cuando se estabilizaba todo, tenía demasiado agarre y reventaba las suspensiones y los anclajes. O se comía los neumáticos.
Lo que esta claro es que el coche estaba descompensado. Habia nacido mal. Y como antes habéis leído, en un coche con alerones convencionales, puedes jugar con ellos para regular el downforce conseguido o conseguir una inercia del coche distinta (como se hace hoy en dia). En ausencia de ellos, estas vendido.
Tras escuchar estos informes, en Lotus se pusieron manos a la obra siendo lo primero que hicieron volver a la configuración anterior que si era estable, El Lotus 79 del año anterior (faldillas +alerones) pero manteniendo la base del Lotus 80. Para ello eliminaron las faldillas del morro y pusieron dos alerones delantero y trasero. Con ello querían tratar de paliar el problema del cabeceo a alta velocidad. Ademas de eso, para solucionar la inexplicable falta de agarre trasera, optaron por un alerón trasero “estándar” como el de los demás equipos.
Tras volver a probar el trasto, ahora corría menos en linea recta debido a los alerones estandar. Pero seguía siendo "rarito" en curva. Y si hablamos de tiempos, en comparación al Lotus 79 era apenas 8 décimas mejor pero seguía siendo un coche inestable. Y habían previsto una mejoría de 3 seg...
Andretti creía en ese coche. Pero Reutemann volvió al 79 "parcheado". Pero el mal ya estaba hecho.
La piedra filosofal se había agotado.
La caída era inminente.