Escribí esto en mi blog cuando la vi en el cine:
"No quiero detenerme a analizar los pormenores de su fidelidad a la historia, la veracidad como tal de la cinta, sino más bien a su “puesta a punto” como producto cinematográfico. Y es que situándolo de este modo, “Rush” es explosiva, un film altamente entretenido que recorre a ritmo violento la vida de estos dos héroes del automovilismo y engalana con una excelente puesta en escena su travesía en una turbulenta temporada. Howard pone en su película el punto de vista de ambos pilotos, somos sus ojos y sus oídos; analizamos de a poco el avance que van conduciéndolos al éxito y a una rivalidad que iniciaría desde la Fórmula 3. Lo maravilloso de esta película es que no está dirigida únicamente a un grupo de aficionados al sector formulístico, por el contrario, Howard ha construido un producto apto para todas las masas, que disfrutarán a un ritmo vertiginoso las hazañas de sus protagonistas.
Definirlo como un biopic me parece desacertado, es más bien la mirada a una época bastante oscura en la Fórmula 1. El constante toqueteo a la muerte que recorre al film desde el mismo inicio hace sentir el pavor que muchos pilotos percibían; era un deporte de sacrificio en el que los corredores al subirse al bólido iban con la certeza de que podría ser su última carrera. Es aquí donde florecen dos mundos diferentes. James Hunt vivía de acuerdos a sus propias reglas, era un rebelde por naturaleza, amaba andar al límite en su vida diaria, cosa que lo transmitía a la pista, siendo un piloto sumamente rápido. Niki Lauda era un antónimo total para Hunt; él era disciplinado, de mayor fortaleza mental, vivía su vida sin excesos y trataba, pese a parecer algo fuera de lugar, no poner su vida a riesgo. Lauda y Hunt estaban destinados a ser enemigos dentro de la pista, pero tampoco tuvieron una buena relación lejos de ella. De esta manera Howard nos invita a la construcción de su película con un inicio algo lento pero necesario para poco a poco zambullirnos en la frenética vida de ambos pilotos.
“Rush” ejerce como un tónico emocionante a los adictos a la velocidad, y en toda su forma nace una reflexión sobre la vida misma, las segundas oportunidades, el riesgo por el que todos atravesamos independientes a nuestra profesión. Howard sabe que los pilotos no son más humanos que cualquiera; tienen miedo, pero lo saben dominar. Y a través del increíble accidente de Lauda, que casi lo deja sin vida, se experimenta y se palpita la sensación de lucha interior que éste oferta al ver cómo su máximo rival sigue conquistando triunfos. “Rush” retrata el éxito más allá de un simple y acartonado título, poniendo la existencia como el mejor triunfo para cualquier hombre. El plano emocional que recorre el film no se siente como un sentimentalismo barato, al contrario, llegados a esta parte se ha puesto un fundamento serio y radical que facilita la introducción a la parte más sensible de la película sin parecer desentonada. Por esto y más, “Rush” es necesaria, y no solo como producto de entretenimiento, sino como una exaltación a la vida."
En resumidas cuentas, que me encantó, y resulta vergonzoso que no haya pescado ninguna nominación a los Oscars.