Seara sobre Raikkonen hoy en Suzuka:
Su comportamiento allí fue indigno. Lamentable y digno de un maleducado (o malaprendido, como me decían cuando era pequeño en el cole) y por supuesto, indigno de un deportista de su nivel. Os cuento. Los pilotos se sientan detrás de una mesa y allí, la gente se va acercando a sus ídolos –con foto, gorra o revista en mano- en una ordenada fila. Raikkonen, en pose obligada, firmaba con absoluto desgano. Lo que me indignó no fue eso, sino otra cosa. Cada persona, de forma exageradamente correcta –como suele comportarse la gente aquí en Japón- le intentaba dar la mano al despedirse. Raikkonen, con un gesto despreciativo, se negaba una y otra vez, dejándoles a los aficionados con la mano tendida en el aire. En lugar de darles la mano, les señalaba el camino. Incluso si era un niño. No se cuanta gente se presentó ante él, pero si fueron 100 personas, a todas les negó ese saludo. La gente tenía derecho a pensar como un tipo que cobra 35 millones de euros al año tiene ese comportamiento.