En 1961 se introdujo por primera vez el uso de un mínimo spoiler en los monoplazas de F1, concretamente en un Ferrari 246 SP.
Su velocidad en recta era alta pero el coche se volvía muy inestable en su paso por curva. El veterano ingeniero Jano aconsejó el uso de ese spoiler y rápidamente se suscitó la curiosidad ante la novedad.
Ante las preguntas de los curiosos, la gente de Ferrari decía que era una protección para que la gasolina no se pudiese derramar y caer sobre los tubos de escape durante los repostajes.
Por aquel entonces ya se había construido en Maranello el primer y sencillo tunel de viento a petición del ingeniero Carlo Chiti, cada vez más interesado en el estudio de la aerodinámica aplicada a los coches de carreras.
